jueves, 14 de mayo de 2015

8 de mayo 2015.

Emelec luce mejor con extremos y falso nueve.


Miler estaba esperando que la inspiración lo visite. Coloca la pelota donde su imaginación se propone. Su eficacia significa: talento, atrevimiento y toque. 
Pone toda su historia en la cancha. Inventa y crea. Es difícil que pierda un mano a mano, y cuando cruza  el balón, lo hace con autoridad midiendo los ritmos. 
Ángel Mena nunca parece superado por las circunstancias, no tiene prisa, 
con frecuencia se reserva un lujo para salir de una situación comprometida. 
Domina el juego, con inteligencia para saber cuándo salir, por dónde llegar y cómo sorprender. La riqueza técnica de un interior creador que pica a cuarenta metros del arco adversario y remata tras la prolongación de la jugada. Es determinante en diagonal o conducción por dentro.
Cabeceo: al primer palo, ganando la posición y al segundo palo para bajar la pelota de picada contra el pasto. Fernández y Mondaini deben hacer movimientos dentro-fuera para crear espacios que irán copando Mena y Bolaños quienes son más influyentes cuando los extremos estiran la defensa rival y ellos pueden recibir con más distancia entre balón y defensores. Gaibor es impulso creativo. 
Talento y técnica como rehenes del orden. Busca compañeros con pases en profundidad que llevan el sello de gol. Amigo del arco, calienta la red. 
Miler hace de la velocidad al claro su principal virtud como falso nueve, enlazando pases desde la medular. Mena imparable, consigue unir su desmarque con el pase a la espalda de su marca. Un juego simple sin misterios grandes.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

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