viernes, 5 de junio de 2020

Rodríguez, el jugador que estaban esperando


Ismael Rescalvo patentó en Emelec: defensa zonal con roles definidos para sus centrales: Leguizamón se responsabiliza de la pelota y Vega va sobre el hombre. Media cancha combativa, sin distracciones, con tres volantes, dos mixtos y uno posicional. Cevallos suelto para crear, Burbano tan hábil como agresivo, Cabezas cuenta ahora con lo que le faltaba y lo condenaba al fútbol claustrofóbico: espacio para correr hacia delante, mirando el arco de frente. Ordoñez al asecho, sin darle la espalda al objetivo. Espera y ataca. Sebastián Rodríguez deslumbra al robar balón, regatea y asiste al claro, no a domicilio con cinco adversarios incluidos.

Cuando retiene el cuero por tres segundos es para que Cevallos tenga tiempo de llegar a la mejor ubicación. No se la devuelve enseguida, esconde por un instante el instrumento y espera que Francisco alcance la posición ideal de remate. Defender la pelota como lo hace Rodríguez es otro concepto valioso de la pared con pausa. 
La pausa tiene un peligro: al retener mucho el esférico el receptor puede caer en fuera de lugar. Pero Sebastián es tiempista formidable. No solo en juego de rastrón. Porque su cabezazo encuentra el punto más alto del balón. Actúa por encima de lo notable con ese orgullo callado, ubicado, querible. Futbolista de grandes reservas técnicas, buscando por fuera y por dentro, de cerca o de lejos. Su tranco incansable, su infalible anticipo. Asienta al equipo. Conduciendo es más veloz a cuando corre sin pelota. Su correcto perfil le permite cambiar el sentido de la jugada hacia otra dirección o hacer un leve giro para el tiro personal. Le da igual su punto de partida, a veces empieza la jugada y en otras la termina. Sabe qué hacer con la libertad. Se tiene confianza. Un jugador evoluciona compitiendo. Solo en la competencia hay vida, el resto es una fatal espera.

AB. ROBERTO BONAFONT
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...