martes, 31 de diciembre de 2019

Bombillo, un rayo de luz que vuelve


Sumar grandes talentos no es formar un equipo de futbol. Los jugadores deben ser complementarios. No se puede disociar lo táctico, lo estratégico, lo mental y lo físico. Cuando no existe armonía se llega al descontrol. El equipo deja de ser atrevido y empieza la desconfianza, los malos pases, las malas decisiones. Modelo Rescalvo: los anticipos no solo como método defensivo si no como origen ofensivo. La mayoría de los ataques bien hechos vienen de los anticipos calibrados y de la elaboración cuando el adversario está abierto. La cancha señalizada por parcelas, cada jugador tiene asignado un espacio donde moverse, en función personal. Este fútbol es más que controlar el balón y dominar una posición. La confrontación también forma parte del entrenamiento. En la presión uno va contra el balón, y el otro le cubre la espalda, para que la pelota siempre esté tapada, y el rival no pueda inventar. Un desmarque sin engaño no genera sorpresa. El receptor ataca el balón para después aparecer por detrás del marca, generando el claro, sabiendo que el compañero lo va asistir en profundidad. Los apoyos llegan a favor del pase. En el fútbol de antes, primero se controlaba, se miraba y después se pasaba. Ahora es más rápido, se mira, se controla y se pasa. Sebastián Rodríguez medio centro para organizar juego, eslabón para conectar las partes del equipo y llegar compacto. No solo debe tener dinámica sino rutina de movimientos para asociarse. Sostener las pautas defensivas, elaboración y buen pase. Se le suma un ocho de inteligencia múltiple. Una cosa son los centros para la cabeza del nueve, y otros para ver qué ocurre, los centros para todos, y de eso no se puede abusar. Esa previsibilidad llenará de confianza al adversario. Barceló llega para ser una autoridad en el área. Buena parte de la capacidad goleadora del equipo está concentrada en él. Al nueve se lo mide por los números no por la letra o buenas intenciones.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...