viernes, 28 de abril de 2017

Muchos la tocaron menos que el árbitro


31/03/2017

El equipo estaba más en cabeza de Quinteros que en la cancha. La necesidad de señalar un culpable lo convierte en sospechoso de la tragedia. La derrota lo debilita. Jugar como sea. Ganar como sea, es llegar de cualquier manera. No se daban cuatro pases seguidos. 
Los medio campistas corrieron por impulsos individuales y los delanteros desorientados. Cada ataque fue una huida individual, hasta perder la tenencia del balón. Mientras Pekerman estuvo por encima de su propia idea, adecuándose a sus  jugadores. A los 19 minutos, Sánchez ganador en espacios interiores, puso una asistencia en diagonal por fuera para Borja, quien tuvo suficiente ventaja para oscurecer la marca de Mina , James tiró desmarque de apoyo dentro del área para detectar el gol antes que Ayoví,  (1-0). La última zona de Ecuador tenía más problemas que el plomero del Titanic. Quinteros adelantó las líneas buscando el empate. Error, primero tenía que reorganizar estructuralmente a la defensa para pensar en atacar. Colombia era un equipo equilibrado. Equilibrado es cuando se imponen las condiciones. Cerró las bandas al adversario. Ecuador no pudo manejar la pausa ni la aceleración. Sus jugadores no interpretaron lo que se requería en cada jugada. 
No tuvieron continuidad. Sin la pelota el equipo se agrietaba y con balón no había conducción. La evaluación del partido es decepcionante. El análisis no solo puede resumirse a un conteo de malos pases, sino a cero posibilidades ciertas de gol. A los 34 minutos Díaz se aprovechó de una mala salida de Oyola, Cardona recibió y la puso con fluidez sobre la carrera de James. A Mina y Caicedo les dolió salir de su zona de influencia, el relevo llegó tarde y lejos. James midió la entrada de Cuadrado, Ayoví persiguió sombras ante el remate estético de Cuadrado (2-0).El resto de tiempo sobró, todo fue de Colombia. 
Muchos jugadores ecuatorianos tocaron la pelota menos que el juez Néstor Pitana.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...