viernes, 16 de octubre de 2015

28 de Agosto de 2015

De Felippe, otra exigencia, otro fútbol.


Emelec posee un rápido cambio de mentalidad para pasar de una fase de juego a otra. Si la distancia entre una línea y la otra es grande, no hay control. La disciplina táctica y la creatividad, no se excluyen entre si. El gol no llega por concepción espontánea. 

Miler y Mena se escalonan en zona interior. La intención es atraer al rival por ese pasillo para que se generen claros que se utilizan para filtrar balones a la espalda de la línea de presión. Ambos intercambian posiciones para desdibujar al oponente fuera de sus espacios. El arte de Bolaños no puede explicarse. Miler, significa tener a muchos talentos distintos encarnados en uno solo. Cuando la presión alta del rival condiciona el juego natural de este equipo, se maneja fútbol directo. 
Si el saque es de portería, los balones largos son orientados hacia la banda para el extremo, que buscará la prolongación de la jugada. 

Burbano, wing veloz , sin toque horizontal excesivo. No permite que se recupere el adversario superado en primera jugada, para no volver a encontrarlo en el camino. Un toque. Un freno. Un cambio de perfil. Ahora con derecha. Después con zurda. Más tarde con…otra vez con derecha. Y el movimiento sigue rápido, no apurado. Piensa y no deja pensar a la marca. Regula. Interpreta. Los pies ejecutan con una sincronización perfecta. Ni una fricción. Ni un roce. Profundidad. Otro fútbol. 

La pelota sale con la medida exacta, que parece fácil de cortar pero se hace inalcanzable porque tiene calibración adecuada para que pase a 20 centímetros del rival. Y llegue al que viene acompañando la jugada.

AB. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...