viernes, 19 de junio de 2015

29 de mayo de 2015.

Ideas claras, soluciones precisas.



El sello de Gustavo Quinteros  en el combinado nacional: los triángulos, la circulación veloz, la defensa adelantada. La verticalidad y el toque corto. 
Dentro de ese método, el atacante no puede esperar el balón. Tiene que salir a buscarlo, utilizando la iniciativa. No sometiéndose resignadamente a la marcación rival.. Cuando se juega bien, los vacíos llegan siempre, generosa y espontáneamente. Enner Valencia tira desmarque y posee pase definitivo en últimos metros. Ágil para el salto imposible, dominador de la pelota en lo alto y lo bajo. Miler es un prestidigitador  que nunca pone en riesgo la eficacia de la acción; domestica  la pelota, la trae o la despide, en un paso calculado y preciso. 
Está en el shot intencionado y potente. A veces no esboza prólogo alguno cuando la oportunidad de lanzar a portería es evidente. Ambos tienen recorrido y sentido táctico. Dos puñales para ocupar el ataque entero ante la ausencia de Felipao.

No se ataca bien cuando los defensas no son agresivos en las conducciones a la medular para generar superioridades: exhibición de juego con posesión de balón. El reemplazo de Antonio Valencia está entre González y Renato Ibarra. 
El primero alterna la gambeta corta o semilarga. Cuando González la pone bajo el pie, el equipo tiene la manija del partido sobre la banda derecha. Renato le agrega a su gambeta otras virtudes como pisador de pelota de vieja escuela; habilita a compañeros liberados, borra rivales limpiando terreno, sin tener que encontrarlos otra vez a un metro. Su gambeta no termina en un inocente driblear de obstáculos: es gambeta positiva y profunda.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

   

Romario Caicedo

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