viernes, 24 de abril de 2015

Fernando Gaibor un regreso con gloria.


Jugador sin fisuras, sin alardes innecesarios, talento imposible de domesticar, se adueña de todas las luces. Se pasa el partido inventando la estrategia inverosímil.  Pieza clave de una variante marca De Felippe, cuando el rival maneja el recursos del juego directo y cuenta con dos puntas de área. Gaibor roba el balón en  medular en la fase de inicio oponente y ataca rápido sin permitirle la reorganización defensiva, ya que en esos momentos dispone de pocos efectivos en la cobertura. Recuperar significa romperles el ritmo, desequilibrarlos y posibilitar que la confianza de Emelec crezca. Juntar bien las líneas determina donde se quiere recuperar la pelota y salir: dos jugadores en banda en el desmarque de ruptura, Herrera que llega a pedir en desmarque de apoyo, Miler que busca el espacio libre, Mena perfecciona los movimientos de proyección hacia adentro, entre lateral y central rivales, más Gaibor como poseedor del balón. Detrás de Miler, es el creador del claro propicio para la filtración de balón. Tiene reflejo físico y mental para cortar antes que salga el toque adversario. Nunca queda pagando. Desnivela cuando comienza a funcionar su freno y su toque. Emelec se mueve según su compás, desde el arranque hasta la llegada. Controla el anticipo y la intercepción. Un líder obsesivo y creativo. De Felippe gana registros, criterios, por dos vías : la triangulación corta por el centro, con entrada en segunda línea (Mena-Miler y Herrera), y la estrategia a balón largo de Gaibor y búsqueda de segunda jugada.
La pasión por controlar el avance simultaneo de jugadores y balón para decidir el partido.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA



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