viernes, 6 de febrero de 2015

El sistema es el cerebro del equipo.



Todo DT quiere para su cuadro un diez ofensivo con presencia en campo rival y predominio de centros al área. El talento creativo que resume el fútbol en un toque o regate. Su creatividad tiene sentido en función de una idea llamada sistema, 
el sistema es el cerebro del equipo, y no un solo jugador.

La mayor capacidad de recuperación es no perder la pelota. Si no la tiene el oponente, no hay daño.

Se interpreta la táctica como el sistema en movimiento, y la técnica como el instrumento de ejecución. La elección siempre está en el jugador. 
Quién elige bien, ejecuta mejor. Un equipo de  fútbol es mucho más que la suma de sus individualidades. El todo es más que la suma de las partes en los momentos del juego con o sin balón. La técnica es inútil si un jugador cuando tiene que asistir remata al arco, cuando tiene que disparar asiste, cuando tiene que pasar traslada hasta perder el balón. Esta es la filosofía de algunos entrenadores. 

Zubeldía: no hay táctica sin técnica. La velocidad va de lo individual a lo colectivo. Quinteros dibuja estrategias alternándolas en mitad de partido, convirtiendo a sus jugadores en piezas tácticas. Si se actúa a un toque el equipo crece: precisión a alta velocidad. 

Israel: no hay juego sin movimiento. Las acciones a balón parado son para ganar o perder encuentros. Contra ataque es sinónimo de tomar al rival desarmado.  

Repetto: prioriza la calidad en salida, consiguiendo una primera asistencia, que facilita la fluidez en la secuencia de pases para crecer en esa destreza paciente que es el juego de posición.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

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