viernes, 5 de septiembre de 2014

Velasco, el futuro está escrito


Lateral de esencia ofensiva sin olvidar los achiques orilleros.
Lanzado en velocidad es difícil moverlo. 
Lo chocan y al adversario le duelen todos los huesos. 
Pisa la base de la jugada para dar salida. Al atacar bien defiende mejor; 
gran versatilidad táctica, siendo una presencia constante arriba.

Se aprovecha de las defensas adversarias que se preocupan más por los jugadores que tienen el balón que con los que se mueven para recibirlo. Desorganiza la marca desde el pase, y rompe por el interior, dejando la banda derecha para la llegada de los atacantes canarios. Barcelona práctica juego posicional. Presiona rápido para robar el balón y no verse sometido a una transición oponente.

En lugar de ir hacia atrás, defienden hacia delante. Los nunca de Rubén Israel: Nunca los laterales enganchen para adentro. Nunca salga un arquero cuando al rival lo corre un defensa. Hay que cerrar con la pierna contraria. Hay que reventar cuando la tiene complicada. Hay que poner el alma. Generar las superioridades posicionales son más importantes que las numéricas entre líneas adversarias.

La conducción de Pedro Velasco permite atraer oponentes, generando así la aparición de compañeros libres de marca. Allí su calidad técnica es diferencial.
La idea es ir generando superioridades a la espalda de la línea que viene apretar al poseedor del balón. Pedro Velasco y su asistencia pensada, esa que busca la llegada de frente del delantero y que encuentra a los defensores en retroceso.

Es liebre e infatigable obrero. Domina, pisa el balón, deja sentada y sin habla a su marca.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

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