Barcelona se ordena a través de la pelota. El claro es su brújula y el balón oxigeno. Va generando superioridades a la espalda de la línea que aprieta. Todo es más fácil si la primera salida de balón es limpia. Tres estilos de juego: combinativo, directo y contra atacador. Dinenno: el área es el mejor lugar para recordarle quién es, zona donde hay que hacer lo que se debe y lo que se siente. Es más veloz de lo que aparenta, después de enganchar, defiende la pelota con malicia. Nahuelpán abre candados defensivos. Un talento concreto, sin gusto por el adorno, de gran potencia muscular, mente clara, decisiones rápidas y eficaces.
Sabe jugar de espalda como último vértice y es incontenible de frente.
Emelec mejoró el juego interior, los volantes terminan en posición de gol. La salida de los laterales no es automatizada sino sorpresiva. Tienen gran valor contra equipos cerrados, en los lanzamientos hacia atrás se pierden las marcar adversarias. Oncena rápida que no se entretiene en la elaboración. Los defensores igualan la velocidad del ofensivo contrincante, llegan a la disputa poniendo el cuerpo, tirándose al piso como último recurso. Interpretan la jugada antes.
Cuando el central está en inferioridad, achica hacia atrás,
va llevando al delantero rival, manejándole los perfiles, para que se equivoque, para que de un mal pase. Queiróz anuncia las rutas de salida. Ingenio y técnica. Bombillo juega a su dictado. No da la pelota hasta que se ha traído a uno o dos rivales
Todo el fútbol de ataque cabe en un solo talento: Cuco Angulo. Una personalidad magnética. Con la habilidad y atrevimiento de un prestidigitador. En espacios pequeños su velocidad tiene tiempo para ejercer, por eso toca y busca el claro vacío. Jugador rotundo. Un provocador de área.
Envía mensajes equivocados a la marca. Necesita décimas de segundo para verlo todo, el desdoble de sus compañeros y la mala intención de los rivales, las zonas vacías que aparecen y desaparecen. Entonces define con certeza.
AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA
