viernes, 19 de octubre de 2018

Barcelona tiene la idea de juego asimilada


La presión canaria está vinculada a la organización, distribución de zonas, conexiones  e intensidad, que son esfuerzos breves y precisos. La referencia es la pelota y el adversario. Hay que utilizar el ancho de la cancha hasta encontrar la profundidad. Lo contrario es ineficacia. Marques mejora la salida amarilla, es hombre faro detrás de la pelota, cambia el perfil de la jugada de un lado al otro. Maneja el primer control y está orientado para la segunda maniobra. Tiene la cancha de frente y noción de donde están compañeros y espacios. Se muestra para tirar paredes. Su pase va con la velocidad exacta para perforar línea y dejar dos adversarios sin reacción. Tener equilibrio es no perder la pelota.

Si Marques compromete el balón o se lo interceptan es jugada de medio gol.

Matías Oyola elige oportunidad y trayectoria del pase. Creativo y sorpresivo. El receptor es tan importante como el hombre que asiste. Si el posible receptor se esconde, lo complica. Si se muestra, Oyola resuelve con un simple tajo al lugar donde le están marcando la asistencia.

La velocidad del pase quita la posibilidad del achique adversario. Condición del buen juego es tocar rápido. No abandonar la jugada. Las líneas en el fútbol están conectadas, una función con otra, si atacas o defiendes  mal, pierdes pelota y dominio.

Los del interior tienen margen de maniobra porque los extremos generan amplitud y estiran las marcas rivales hacia las orillas. No hay mejor forma de atacar que después de robo o intercepción de balón.

La mitad de la cancha es sinónimo de lo que el equipo pretende hacer. La elección de los futbolistas explica la idea del entrenador Almada. Todo pasa por los conceptos no por el sistema de juego. 

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA 

Romario Caicedo

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