Sampaoli reveló que en el Mundial de Rusia 2018 utilizará el sistema
2-3-3-2. Este dibujo estratégico viene a ser una variante del 2-3-5, la pirámide invertida fue el sistema en las décadas de 1910 y 1920, y que se vio con admiración en la final del Mundial de 1930. Argentina no va defender solo con dos jugadores. El esquema 2-3-3-2, se verá cuando el equipo esté en posición atacante para someter al adversario.
Sampaoli para defender utilizará el 4-4-2 o 5-3-2. Messi en ambos módulos, jugará como delantero por izquierda, y Agüero como nueve de área. El Mundial lo gana el que defienda mejor .
Argentina lo hace desde la tenencia de la pelota. Atrás no puede haber baldío a favor del adversario. Si no se maneja una cobertura sólida y consistente, el concepto de ataque desmedido del entrenador queda negado. Ataque y defensa son síntesis, no va por separado.
"Islandia tiene un esquema rígido, con jugadores muy fuertes, que
van a tratar de aprovechar la altura y la velocidad de sus contras –dijo Sampaoli– Nosotros debemos aprovechar el dominio y tener un alto nivel de contundencia, porque si no lo tienes, te lo va a hacer pagar".
Meza desborda, emociona y contagia atacando espacios amplios, se impone, convence a todos. Messi se ha reubicado al eje de la última línea para maximizar sus virtudes. No reside en el área sino que aparece. Utiliza las orillas para no ser percibido. No rehúye a los duelos, es infalible en espacio abierto. Su movimiento diagonal hace que el recorrido respecto al rival sea corto y el perfil más favorable. Ha transformado galopadas largas con balón al pie en diagonales tiradas al espacio.
Domina el juego en el momento que el rival concentra su atención en el balón cercano. Sus tiempos de llegada a zona de influencia son casi perfectos, para oscurecer la marca. Exige que se la pasen y cuando la tiene, que nadie se quede quieto, que se ofrezcan; con Meza y Lo Celso la propuesta de generación de juego sería más audaz que con Biglia (será titular). El doble pivote defensivo le hace daño a la creatividad, un medio centro alcanza. Basta con Mascherano para definir el estilo del equipo en salida, más el respaldo de Salvio por derecha. Meza y Lo Celso le darían más llegada, más fluidez, mayor posesión de balón.
Di María es veloz y hábil para llegar al área, le falta lucidez y certeza para saber cuál es la jugada siguiente. En el momento de definir, en la culminación de la última apuesta se nubla. Esta historia continuará…
AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA
