GOLEADOR FEROZ
Jhon Cifuente tiene el instinto agudizado para el gol, nadie puede fusilar su genética llena de sapiencia futbolera. Talento imaginativo, desopilante, que mete el balón con sentido. Los rivales se escalonan para esperarlo. Cabecea por anticipo o por detrás de la marca. Domina el área grande, una zona para especialistas, lugar donde no puede haber duda. Resuelve con maniobra individual el encuentro cerrado. Camina por arriba de su propia historia. A los 18 años un jugador sabe poco, juega con la inspiración. Empieza a tener conocimiento del juego a partir de los 24 años de edad. Entonces si es un talento formado.
La tenencia de la pelota es una necesidad del juego, no es una opción.
Jhon Cifuente (25 años) es un ariete intimidatorio y paralizador, que además se suma a la resolución colectiva tirando paredes. La urgencia del juego no hace que pierda la confianza. Aprendió a interpretar los movimientos de sus compañeros, a distinguirlos, uno por uno. En la superioridad posicional ocupa el lugar adecuado en el momento justo. No precisa de impulsos, se inspira solo. Arranca desde atrás porque necesita estar en contacto con la pelota para no aburrirse. Corre la cancha como un atleta de fondo. Hace fácil la gambeta más difícil. Engancha por dentro y por fuera. Es tan imprevisible como puede serlo un repentista. Frena de golpe, gira y encara hacia otro lado. Vive su momento de esplendor (diez goles). Lleva la pelota de costado, le pega con el pie abierto, con golpe seco, asegura el remate. Cuando va a ejecutar distrae para que el arquero no lea su intención y espera que se mueva al lugar equivocado. En cuanto lo hace, pone el balón al otro ángulo. Gran intérprete desde los primeros hasta los últimos compases prolongando la jugada. Talento frecuente, hace genialidades a cada rato, descose la pelota, después de haber gastado las suelas sobre el pasto del área grande. Un goleador conmovedor. Si lo hace mejor de seguro que está mal.
AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA
