viernes, 1 de marzo de 2013


eS DRAMA SI PIERDES IDENTIDAD 
Emelec maneja dinámica grupal marcada por la comunicación entre líneas. Presión sobre la pelota, presión sobre la descarga.
Cuando se achican los espacios, los anticipos son fáciles. Es más fácil recuperar en bloque de 30 metros que cuando se sale a anticipar a espacio descubierto. No se puede salir a recuperar de a uno.
Valencia es un extremo de fábula. Se la dan cuadrada y él la devuelve mansa y justa. Mondaini y Marcos Caicedo son el fútbol. Dotados de un manejo fácil y claro. Esa tendencia a simplificar cada jugada, haciendo fácil lo imposible. Sorprenden a rivales que esperan una gambeta de más o un toque para acomodarse.
El DT Quinteros abandonó la teoría de poner a un futbolista que desequilibre y otro cazador de balones. Se decidió por jugadores de características similares con complicidades técnicas que convirtieron al equipo en ilegible para el adversario: estrategia operativa.
Un solo jugador no puede dar equilibrio al equipo. Un equipo equilibrado depende del grupo absoluto.
Emelec ante D. Iquique por la Libertadores no pudo mantener la imagen sólida que muestra en el torneo local (cinco jugados, todos ganados). Dos goles seguidos (15 y 22 minutos) acercaron nubes amenazantes sobre el cuadro azul y llovieron palos. Wila entregaba la pelota y la pelota no volvía. El equipo permitió que el rival le maneje el balón.
Vivió el partido en secuencias descontroladas. El vértigo no alcanzó para tener buen funcionamiento ante un rival que sabía menos. 
Un remate de Mondaini que salvó el arquero y otro lanzamiento peligroso de Valencia que golpeó en el vertical fueron el resumen de su ataque.
El Bombillo que venía asombrando con su liturgia de toque y gol no sabía dónde había dejado su primer capítulo.
Roberto Bonafont - @robertobonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...