viernes, 1 de marzo de 2013


20 de febrero 2013.

Emelec es improvisación coherente.

El fútbol talento está en Marcos Caicedo, tiene capacidad para elegir la mejor jugada. Sabe que teclas tocar: creación y embestida insostenible. Apuesta por el riesgo no por la comodidad. 
Pasa, gambetea, atemoriza  la marca y parte la realidad de un pelotazo. Montado en su gambeta, ayudado por sus cambios de velocidad, despeja el camino. Cuelga la pelota en la red y aparece el peso distinto que tiene el aire cuando transporta su grito de gol. Mondaini se muestra donde a nadie se le ocurrió buscarlo, un extremo hecho de astucia para explotar los lugares que los defensores no cubren y anticiparse a la decisión de los rivales. 
Mondaini desempolvó la vieja batuta: el amague, la pisada, el toque, la firmeza para aguantar el 1x1. En sus pies se resume el futuro del ataque.  Emelec es orden, sentido colectivo y fútbol a partir de la intensidad posicional. 
Las marcas siempre cubiertas. Una partitura escrita a fuego en el ADN del equipo, 4-2-3-1. Una puesta en escena rápida para cerrar las líneas de pase del rival. Achique estricto en caso de amenaza. Recuperar y salir. Antes de la táctica, el juego de estrategia. 
Pedro Quiñónez es el punto de partida: manejo vertical, tiene uno contra uno y no retiene. Generador que lleva el ritmo, castiga al rival con cambios de orientación. Sin Quiñónez Emelec se vuelve lento a la hora de mover al adversario de un flanco a otro. Marlon es la puntada final; se aleja de la zona del balón para llegar desde atrás;     el jugador  al que todos recurren cuando el rival aprieta en zona de creación. Hace punta de área y falso wing; rota con Caicedo y Mondaini. A través del toque y la combinación consigue una situación de peligro. Y no hay arquero que se atreva a poner sus manos. Los grandes goleadores son menos si miran a puerta propia.

Ab. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
Columnista

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...