viernes, 12 de octubre de 2012


UN PARTIDO DE TRUENOS 
Lo mejor de la Tri está en la ubicación racional del         4-2-3-1. La organización triangular del sistema permite la recuperación del balón, el dos contra uno en todas las zonas del campo y superioridad numérica dentro de la figura defensiva; en lo ofensivo muestra la posibilidad de mantener el balón.
Cuando el rival mete mucha gente en ataque y consigue ventaja numérica sobre la última línea, nuestro mediocentro se filtra entre los centrales para poder dejar libre a uno de ellos.
Siempre que la acción se produzca con balón en movimiento.
La presión es un comportamiento ofensivo de nuestra defensa. Fernández, Sánchez y Vargas sufrirán el acoso y la reducción del espacio. El acoso ecuatoriano es la suma de defensa individual, estructura zonal, mecanización colectiva e incremento del ritmo de juego.
Chile es un equipo de rápidas transiciones. Isla y Vidal conducen y pasan. Beausejour es pique y freno de wing. Hay que tener precaución con la tristeza porque ahí es donde se rebela la esperanza. Ellos quieren reivindicarse ante su país. La recompensa de la derrota es el riesgo de volver a intentar lo perdido.
Reinaldo Rueda prefiere poner más centrocampistas de apoyo, es lo que da equilibrio, juego, dominio y control. Cuando se recupera la pelota, la posee un solo jugador;   es elemental que el resto de los compañeros esté en posición: abriendo la cancha, ofreciéndose al pase para que la pelota circule.
El fútbol necesita pequeñas sociedades, sin ellas no tiene sentido. Montero y Renato Ibarra son dos extremos veloces porque toman decisiones acertadas y las ejecutan con técnica correcta. Benítez crea distracción como medio punta, habilita y manda, lo buscan con obsesión y todos corren hacia los espacios que despeja.
Felipao es escurridizo y potente. Un fundamentalista para el gol. Si Chile está cerrado, hay que hacer cambios de orientación de orilla a orilla. Y, si está abierto, mejor toques cortos.
Ecuador defiende desde su ataque.
Ab. Roberto Bonafont @robertobonafont
Columnista

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...