Un gran equipo es el que no se condiciona por el
rival.
Emelec tuvo
inteligencia táctica; combinación de habilidad técnica y gestión del espacio. Línea
de presión en campo de la U de Chile. Buen juego de posición y ritmo alto de
balón. Doble marca sobre la orilla con Baguí y Giménez. La fidelidad a un
método: terminar bien la jugada; control del juego; líneas juntas, sin
equivocar el toque corto de balón. Los pases de riesgo los realizó cerca de la
portería de Herrera, nunca de la propia. La tenencia del balón ordenó al
Bombillo. Los pases generaron ruptura por las bandas superando las líneas
rivales.
Nasuti abrió
pelota para Figueroa, el extremo Mondaini recibió en el sitio inesperado para
la marca. Apareció la clase para frenar o acelerar la maniobra; para cambiar de
orientación el ataque y asistir de pronto a Marlon quien tocó al pie de Luciano,
y amagó hasta con la personalidad; Figueroa inventó y resolvió lo que no se
podía razonablemente resolver. Le sacó punta al coraje fue una ráfaga de
ingenio, la pelota entró y dejó la red aleteando un largo rato (1-0). Lorenzetti
lanzó al área ante el desencanto del portero que no pudo despejar, Gutiérrez puso
un cabezazo despiadado (1-1).
Corozo siempre estuvo en el lugar indicado. No
arriesgó, resolvió fácil. Trabajo generoso y poco vistoso, cortó entre líneas y
asistió a Mondaini quien pensó rápido, decidió urgente y ejecutó fácil para De
Jesús. Fue una maniobra impecable, la pelota fue tratada con exactitud, Marlon
hizo el gol con suspenso, no rematando al bulto, sino asegurándolo. Graduó el
ritmo le exigió serenidad a la pelota y después aceleró hacia la gloria, dejando
el balón exhausto en la red. Una pelota desde la orilla en diagonal permitió
que Ubilla empatará, rematando desde el túnel (46 min). Mondaini-Figueroa y
Marlon formaron el triángulo perfecto, inventaron y jugaron de memoria,
intuyéndose las posiciones y desplazamientos, seis pies dirigidos por un solo
cerebro.
Ab. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
Columnista