viernes, 10 de agosto de 2012

Barcelona un salto a la gloria


Uno miraba la tribuna del Monumental y sentía su vibración, su contagio emocional: cincuenta mil fanáticos con una entrega y orgullo que emocionaba.
Barcelona, fue el equipo  de la fábula y el delirio. Y se dio el acostumbrado rito: el ingreso sonoro y apasionado a la cancha, las serpentinas gigantes de bienvenida, los cantos esperanzados. Costas impuso tres centrales en la última línea. Los que hicieron densidad, impedía que el rival llegue por el medio. Sólo en igualdad numérica propiciaron duelos 1x1. Caicedo agrandó la línea metiéndose entre los centrales. Gruezo recuperaba y tocaban. Si el rival apelaba al pelotazo, hacía sólidos a los zagueros en el cabezazo, además manejaron el rebote. Táctica Costas: salir a mandar, vivir en campo rival y no permitir que T. Universitario haga juego. Atraer al adversario a la presión para derribarlo de uno en uno. Importaban las líneas y el equilibrio, el juego posicional que  rompía el estatismo. Todos actuaron en función del balón. Díaz era el tercer hombre de juego encarador. El canario  tuvo el manejo del tiempo y pelota en la primera parte. Y fue sombrío durante 25 minutos del segundo acto, Barcelona apareció sin profundidad, el campo se estrechó, el balón se perdió. Damián Díaz el intérprete de pelota parada y movida; toque al segundo palo; busca pies al primero; remates lejanos; geniales asistencias picadas. Lanzó desde el córner y gol de cabeza de Caicedo (35m). Un gol ubicado en el momento psicológico oportuno. Justo cuando el DT lo iba a sacar de la cancha, la pelota viajó en el aire cargada de miradas suplicantes, Díaz sacó de tijera un golpe maestro. Golazo de  asombro inagotable. Quedó en la historia con alma de mito (75). Díaz con clase infinita lanzó un balón largo para Narciso, el desencanto del portero que no pudo atacar al balón, la pelota buscó dueño y José Ayoví metió la zurda silenciosa, la pelota buscó la red, y el Monumental saltó a la gloria (79m).


Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...