FIEL A SU PROPIO ESPÍRITU
Nine Kaviedes se retiró del fútbol y volvió una semana después, como esos
personajes kafkianos que sólo mueren en el último acto.
Dice haber inventado una filosofía de vida, algo intransferible y extraño
entre el vértigo y la soledad donde habitan curiosos dioses y demonios.
"No me juzgues si no me conoces". Enjuto, de aspecto frágil, voz fina y tenue,
cómplice de la noche.
Vehemencia por buscar siempre, no importa cómo vaya el marcador.
No importa
cómo vaya la vida. Buscando bien; con fluidez en el desmarque, con generosidad
en el pique, con intención de clarificar el diálogo con el balón.
Sin impurezas técnicas; intuición despierta, mirada atenta, movimientos
lentos, diestra silenciosa. Malabarista de la pelota y amigo sin dobleces.
Olfatea el gol y lo encuentra. Busca el gol y el gol lo busca a él.
Kaviedes es un coleccionista de hazañas. Valle del Chota disfrutará de su
fútbol alucinante.
Un rebelde a su manera, en la cancha no hay contradicciones.
A él hay que aceptarlo como es, no como uno quisiera que sea.
En el cementerio de Pére-Lachaise (París) un grafiti cubre la lápida de Jim
Morrison con la siguiente sentencia griega: "Kata ton daimona
eaytoy". Quiere decir: "Fiel a su propio espíritu" o "El
que se dejó llevar por su propio demonio".
Este epitafio podría estar también dentro de muchos, pero muchísimos años,
en la tumba de Kaviedes.
Al Nine Jaime Iván Kaviedes el fútbol lo hace único, la vida lo convierte
en un hombre común. De ese argumento está hecha su fábula inalcanzable.
Ab. Roberto Bonafont -
@robertobonafont
Columnista