viernes, 19 de octubre de 2018
Le pone ingenio a tanto músculo
José Quintero es importante cuando su equipo la tiene y cuando la pierde. Achica el espacio entre él y el adversario, no le permite pensar. Lo obliga a manejar la pelota con el pie menos idóneo. Mira el balón no la cintura del atacante. A los habilidosos los encima, les impide recibir o maniobrar con el cuero, a los veloces les comprime el espacio, a los potentes los anticipa, a los dinámicos los marca de cerca, y a los buenos cabeceadores los mueve en el aire con pericia. Oportuno y sagaz. Veloz y certero protegiendo la espada de sus centrales. El mejor ataque es el que viene de la defensa. Arrancar desde atrás es negarle referencia a la cobertura contraria, no te esperan. Marcar es una cosa, quitarle la pelota al rival es otra. Cerrar las líneas de pase no implica, solo presionar al adversario, si no condicionar las vías de circulación del balón. El fútbol no tiene contenido numérico, a veces un defensor impide un gol y cuatro, no. Existen jugadores que se desentienden por exceso de confianza y otros por falta de confianza. Quintero toma determinaciones. Lateral con potencia y arranque alucinante. Causa y consecuencia del buen juego. Su talento funciona para el cálculo y la emoción.
En salida la pelota podría caer en cualquiera, pero lo elige a él. La banda es un refugio perfecto para los lanzadores cuando no se puede llegar tocando. Quintero no solo cuelga balones en el área, busca combinaciones. Mueve la aguja táctica. Gradúa la salida, le exige mansedumbre a la pelota, no la pierde sistemáticamente. Su cancha mide 100 metros de largo cuando desdobla y 40 metros de ancho cuando se mueve en diagonal defendiendo. No le cuesta cuando hay pase interior y debe cortarlo. Es sólido y fiable. Puede generar una pared de 25 centímetros o cambio de frente de 30 metros. La diferencia no se hace con largos recorridos o manejando explosión en pequeños espacios, se la crea con el cerebro. Quintero no es jugador de moverse mucho, porque con una idea o jugada puede ganar o salvar un partido.
Romario Caicedo
Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...

-
Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...
-
Dentro del equilibrio técnica-temperamento, Ecuador por momentos se acercó a ese ideal. De a ratos, se alejó. En la primera parte es...
-
Ismael Rescalvo patentó en Emelec: defensa zonal con roles definidos para sus centrales: Leguizamón se responsabiliza de la pelota y Vega va...