viernes, 21 de septiembre de 2018

Las convicciones no se negocian


Una cosa es replegarse, otra defenderse bien. Hay que replegarse sabiendo dónde se lo hace. También un equipo puede defenderse mal porque maneja erróneamente la pelota, si pierde sistemáticamente el balón, si da pases incorrectos, si da asistencias delante cuando el balón debería ir a las orillas, y lo toman mal parado. En fútbol ya sea por certeza individual o desacierto del contrario, es más sencillo anotar un gol que actuar bien. Se juega mal cuando se está pendiente de lo que genere una figura más que una elaboración colectiva inteligente. El funcionamiento fortalece los vínculos, consolida certezas a la hora de las adversidades, para no caer en la improvisación de elementos puestos a realizar rutinas y funciones que desconocen a manera de tubo de ensayo. Almada reinventa al jugador que tiene bloqueo emocional o encierro anímico, aquel que se anula solo. Le da confianza, alineándolo. No le pide cosas que no puede cumplir. La primera clasificación que hace el entrenador es la de los niveles de los jugadores, establece qué jugador es mejor que  otro, quienes son versátiles y quienes, no. El entrenador no desprecia la franja central para atacar solo por las bandas buscando a los delanteros. El medio campo canario destruye paulatina y sistemáticamente al rival. Matías Oyola trasciende a sus compañeros, es el más dominante. Díaz un creativo de relampagueante velocidad. Distrae marca, abre pasillos. Arroyo indetectable, hace daño cuando pasa la línea de los medios adversarios poniendo el lanzamiento atrás a la altura de la media luna. Su perfil asociativo va más allá del armado de la jugada. Barcelona con Damián aumenta el tiempo de posesión y frena el ritmo adversario. Siempre tiene compañeros a distintas alturas de pase, para ganar terreno y descompensar al rival. Su jugada evoluciona. En los momentos límites el funcionamiento canario surge. El coraje del jugador para pedir la pelota, para arriesgar. La lucidez  y el factor emocional que contagia. El entrenador perdona el error técnico, pero no la falta de actitud.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...