viernes, 8 de diciembre de 2017

Emelec y su método revelador


Un equipo es el resultado de un método. Los centrales empiezan la cadena de pases. “Hormiga” Paredes no pierde el control, defiende hacia delante; sale con desenfado y ahí surge el ataque, la réplica, el uno contar uno y la superioridad. Despliegue y amplitud del campo. 

Lastra achica el margen de error. Llega , corta y habilita. Gaibor une las piezas con movimientos útiles. Ayrton Preciado ejerce de líder, él marca el paso. Es versátil. Desequilibra por fuera, asiste y domina por dentro. Se filtra en lugares estrechos. Su gambeta tiene dominio de pelota, cuerpo, y equilibrio. Hace lectura  de los giros del rival.
Los azules están a diferentes alturas, para que las ofertas de pase logren descompensar al adversario. Saber jugar significa medir. Controlar las emociones para lograr claridad. Angulo indetectable. 
Es el punto final de una oncena donde los balones cruzados son tantos como los pases interiores. Juega contra el último hombre. Potente para romper el estatismo. Su conexión con Ayrton genera desmarque y finalización. El arquero queda lejos. El ancho de la cancha está cubierto, con apoyos rápidos a favor el poseedor del balón. El traslado de la pelota es una excepción. El que traslada mucho termina chocando. 

Si un jugador se saca dos marcas de encima le queda el campo liberado. Pero si malogra una gambeta o pase, el cuadro corre peligro de quedar desequilibrado, si está estirado en setenta metros. Esos grandes pasillos vacíos son difíciles de cubrir. Bombillo tocando corto está a la defensiva para recuperación pos pérdida. El jugador tiene referencias posicionales, sabe donde están sus compañeros. Emelec aplica buena presión en la salida de balón que asfixia al adversario, le obliga a jugar en largo y ahí pierde.

AB. ROBERTO BONAFONT - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

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