viernes, 16 de octubre de 2015

25 de septiembre de 2015.

Las tácticas ocultas de Zubeldía


El exceso de posesión convierte a LDUQ en temible. A más balón, más pegada. Una cosa es controlar la pelota, otra es controlar el juego. Señas de su identidad: presión en medular para la disolución de las formas oponentes. Todas las líneas de pase tapadas. Ayudas posicionales y armonía colectiva sin balón. 
Los adversarios pierden en los laterales, rodeados de tres marcas, aquello se complementa con el cierre de pasillos interiores. Zubeldía potencia el carácter colectivo del juego. Las once individualidades pertenecen a una misma idea. 
Esa idea táctica se resiente cuando baja la calidad de una de sus piezas. 

Trivote estrecho en el centro del campo que compacta al equipo en 4-2-3-1 o 4-3-3 en rombo, exigiendo el compromiso de todos en defensa, limitando la libertad de movimientos para minimizar riesgos  y buscar transiciones rápidas y contundentes. Diego Morales dirige la función allí donde todos marcan, todos obstruyen y achican, él sabe sacarse rivales de encima con su amague, provocando el desequilibrio, no sólo en quien le hace 1x1, sino en el planteo posicional de la defensa. 

Cuando deja un adversario en el camino otro debe salirle. Y allí se provoca el claro para un compañero. Verdadero esclarecedor. Está para deshacer bloques o acelerar el juego. Recibe ladrillos entre líneas, los detiene con clase y claridad, da tiempo a Alves o Quintero a moverse a distancia y luego la suelta. Cuando arranca hacia la portería se vuelve imparable . Termina con los brazos arriba, gritando el gol, pidiendo el eco de la tribuna.


AB. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
COLUMNISTA

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...