Ecuador ataca y ya está preocupado por cómo recuperar el balón y qué hacer cuando lo haga. Buscar a Noboa: juego rápido, verticalidad; Felipao haciendo la transición y segunda línea de ataque con Benítez de falso nueve, más Valencia que desde 30 metros le pone la pelota en los cordones del zapato del compañero que pica. Ecuador descansa con el balón; eso supone tener buen juego posicional. Y que los jugadores ocupen racionalmente el espacio con capacidad para mantener el balón. Montero es la sublimación de lo cotidiano, la improvisación coherente y Felipao un killer determinante que intimida. Tiene el hábito de mirar primero y cuando arranca ya ganó. Hay partidos donde toca dos balones, pero son gol. La defensa no lo ve; otra figura que dibuja es ir al punto de castigo y de pronto, corta y va al segundo palo, o al revés y pierde al defensor, llega y factura. Chucho: el tejido fino entre rivales situados a 3 metros de distancia, vale como expresión de virtuosismo y sirve como factor de ruptura para filtrarse por el medio; también es imperdible saliendo desde atrás para ganarle a la línea del offside. Su teoría de falso nueve está basada en que los centrales no saben cuando salir de la zona a buscarlo, lo que genera espacios detrás de ellos aprovechados por Felipao. Doble pivote delante de la línea de cuatro en el fondo: uno posicional y otro de recorrido que llega a segunda jugada. No se debe jugar al fútbol a hacer faltas, pero hay faltas que no se pueden dejar de hacer. Noboa es el intérprete que sabe cuándo debe recuperar y cuándo pasar. Castillo es su compañero idóneo para completar su juego como tercer vértice o medio centro posicional. Alejandro conoce como respira su dupla, cómo se desmarca, y sale bien el argumento.
El Mundial 2014 nos espera, las citas con el destino no se cancelan.
Ab. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
COLUMNISTA