viernes, 5 de abril de 2013


5 de abril 2013.

No puedes vencer a quien no se rinde.

Emelec fue asociación de talento más criterio posicional, igual, capacidad de ganar. Tres líneas muy definidas, la defensa y la media replegaban hasta la frontal del área grande; recuperaban y salían de contra. Con espacio para correr ofrecían su mejor versión. Pedro Quiñónez trascendía en su genero. Si el equipo rival superaba la línea de presión, se retornaba a posiciones defensivas a gran velocidad, para evitar creación de situaciones de finalización. La confianza del Bombillo subía a la par que la autoestima. Estaba prohibido perder el balón con muchos jugadores por delante del esférico. Una consigna clara, marcada a fuego en un equipo que en ataque no generó opciones con fútbol asociado, sólo minas vagantes. Marcos Caicedo fue calidad diferencial, jugó rápido, sin repetir gambetas. Recorrió el campo en conducción, dando una exhibición de potencia, a Peñarol le dejó un remate en el palo. Mondaini imprevisible gambeteador con desmarque al vacío. 
Un organizador que pasó y acompañó hasta la media luna. Porque el espacio a la espalda de los medios centros es donde se gana el partido.  Peñarol  tuvo la pelota buena parte del segundo acto. Pero con la historia no se puede, no se juega, porque tiene la costumbre de volver. Pedro Quiñónez de libre subió el balón a la cabeza de Nasuti, quien gritó el gol como si tuviera dos gargantas, empujado por la bronca. El fútbol es el refugio perfecto para los lanzadores, cuando no se puede llegar tocando. La memoria de Gaibor funcionó mejor para el cálculo que para la emoción, cuando el partido estaba envuelto en llamas. Su remate de libre fue una parábola incontrolable, una sentencia. El arquero comenzó a dar vueltas sobre la raya, aturdido, buscando desesperado la silueta conocida del balón. 
La pelota quedó tirada en la red, agotada, asombrada como Peñarol.

Ab. Roberto Bonafont - @RobertoBonafont
Columnista

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...