viernes, 25 de marzo de 2011

Insúa el chivo espiatorio.

No bastó con acusarlo de que había faltado al principio de autoridad. También recibió sentencia por dormir hasta el medio día. Al puro estilo de época romana, que destinaba a gobernadores y procuradores, de los cuales sobresale Poncio Pilato, Alfonso Harb se lavó las manos. Lo cierto es que entre bosquejos, papeles recopilados como evidencia, y argumentos aperentemente

Romario Caicedo

Si un jugador no tiene noción de sus debilidades, difícilmente puede mejorar. La disciplina es una escuela de aprendizaje. El reto de todo p...